Un solete
Irailak 02 Astelehena
PAMPLONA - Xabi San Sebastian comenzó estudiando jazz para saltar a los grupos de verbena, de ahí brincó al folk y, posteriormente, comenzó a desarrollar una ya consolidada carrera en solitario, de la que ahorahoy estrena nuevo retoño, en directo, en Katakrak (19.00 horas).
-El árbol no tiene miedo pero yo sí, yo tengo mucho miedo (risas). Esa es un reflexión que me surge cuando estoy cerca de los árboles, pero yo, como animal, siento muchos miedos y me pongo alerta de todos los ruidos que hay en el monte, mientras el árbol está quieto, impasible, creciendo hacia arriba sin ningún miedo.
-Exactamente. Hay muchas canciones nacidas de horas pasadas en el monte, tanto de día como de noche, viendo las maravillas de alrededor pero también los fantasmas interiores. Y sí que es verdad que el disco tiene partes sosegadas y equilibradas, y otras desequilibradas en las que he abierto una puerta a la irracionalidad, a la locura, investigando por caminos tortuosos.
-Hace ya cuatro o cinco años que Josu Erviti toca en mis directos. Para este disco quería que él participase, por lo que grabamos las baterías, que él tocó, en su estudio, y también los bajos.
-A mí, de Ángel Erro me gusta prácticamente todo lo que escribe, tanto de poesía como cuando lo hace en la prensa; me gusta mucho como dice las cosas. No puedo decirte un porqué, pero leyendo sus poemas, éste me atrapó. Me encanta porque me cuesta explicarlo, tiene un misterio encantador.
-Sí, a veces el trabajo de músico se parece al de trapecista, andando por una línea muy fina. Es verdad, he intentado que el disco tenga partes equilibradas y otras muy locas, pero que haya un equilibrio entre ellas; es decir, que al final el álbum suene redondo. Y para lograr esto me he fijado mucho en Mikel Laboa, no solamente en las partes experimentales, en las que jugó con la voz, ya que es evidente que transitó por caminos que Laboa trabajó en su Lekeitios; sino también en la concepción del disco, con las citadas partes locas pero un resultado final equilibrado.
-Mikel Laboa está más presente que nunca. Yo capto su influencia en muchos músicos, es más, yo diría que toda una generación de cantautores está experimentando con otro tipo de canciones no tan habituales y convencionales en las que percibo, no sé si ellos lo verán así, la sombra de Mikel Laboa. Y en las mías, también, por supuesto.
-Yo creo que sí, que son las músicas que más me han ayudado a la hora de plasmar ideas de naturaleza; el folk es algo que llevo dentro porque soy de aquí y lo he trabajado mucho con el grupo Alboka y en mi primer disco en solitario. Pero también es verdad que cuando he cogido la acústica para crear canciones concretas se me ha ido la mano al rock, porque también lo llevo dentro. Son compatibles.