El centro del mundo

El centro del mundo

Angelica Liddell

15,00 €

IVA incluido

Disponible

El centro del mundo

ISBN 978-84-95291-29-5
Páginas 180
Año 2014
Editorial La Uña Rota
Sección Teatro

La uÑa RoTa publica el poderoso y aclamado tríptico "El centro del mundo" del Angélica Liddell. El centro del mundo recoge las últimas tres obras estrenadas de Angélica Liddell (Figueres, 1966): Maldito sea el hombre que confía en el hombre, Ping Pang Qiu, y la más reciente, Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy).
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Tres obras aclamadas en festivales de todo el mundo ordenadas como piezas de una misma figura, en las que, más que en ninguna de sus obras anteriores, nos habla con un pensamiento transparente, radical y duro, con humor, sin concesiones.
Premio Nacional de Literatura Dramática por La casa de la fuerza (La uÑa RoTa, 2011; 2ª edición en marzo de 2014), Liddell es la primera española que recibe el León de Plata de la Bienal de Venecia en reconocimiento a su «teatro de resistencia», al tiempo que se consolida como una de las voces más singulares, influyentes e internacionales del teatro contemporáneo.

Tras su éxito en 2009 con la obra La casa de la fuerza en el Festival de Otoño y en Avignon, donde supuso toda una revolución, Angélica Liddell regresa ahora con El centro del mundo, una trilogía crítica, controvertida y sobrecogedora.
El volumen contiene tres textos tan sugerentes como intensos, Maldito sea el hombre que confía en el hombre, Ping Pang Qiu y Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy), en las que Liddell, con su ritmo envolvente e irreductible, practica el extraño arte de pensar contra sí misma.
En conjunto, El centro del mundo es un libro conmovedor sobre la pérdida de la inocencia y la desconfianza, el conflicto de la edad y el riesgo de crecer y llegar a ser ¿quién? Una venganza contra el fraude de la vida y las demostraciones de poder que consisten en la destrucción de lo bello y el exterminio del mundo de la expresión, pues «allí donde no se necesita la belleza se mata más». Pero también es un canto a la pureza de lo desconocido, a su amor imposible por China (que en mandarín, 中国, significa precisamente «el centro del mundo») y, en definitiva, a
todo lo que se resiste a ser descifrado.
Maldito sea el hombre que confía en el hombre: un projet d'alphabétisation es una consecuencia directa de La casa de la fuerza. Es lo que queda después de la masacre, lo que queda tras el dolor.
Y lo que queda es la desconfianza. «¿Qué camino de decepciones hay que recorrer para llegar a separarse de la idea de humanidad? –Se pregunta la autora.– ¿A cuántos tipos despreciables hay que conocer para suplicar que ya no vuelva a ser concebido un solo niño más sobre la tierra?»
En Ping Pang Qiu habla de la belleza y del exterminio del mundo de la expresión. «Precisamente porque amo China –dice Liddell–, necesitaba hablar de todo aquello que aniquila China.» Ping Pang Qiu se acabó convirtiendo en un documental. Y a su vez es un profundo acto de amor.
Cuenta Angélica que «un día, antes de empezar los ensayos, Lola –una de las actrices de su compañía Atra Bilis Teatro– me dijo que estaba leyendo El libro de un hombre solo, de Gao Xingjian. Lo compré y también empecé a leerlo. Durante los ensayos le leímos este libro prohibido por el Gobierno de Pekín a una persona china. Ping Pang Qiu son las consecuencias».
Por último, Todo el cielo sobre la tierra (El síndrome de Wendy) estrenada en el prestigioso Wiener Festwochen de Viena en 2013 y recientemente en el Festival de Otoño a Primavera de Madrid, toma como punto de partida el tiroteo sucedido el 22 de julio de 2011 la isla noruega de Utoya, cuando Anders Breivik asesinó a 69 jóvenes que tenían entre 16 y 26 años. Este trágico suceso hizo que Angélica Liddell conectara la isla de Utoya con otra isla donde la juventud también se veía interrumpida, Neverland. Aquí, la escritora se reconoce en Wendy y en su miedo
a ser abandonada. Y como ella misma confiesa: «Nos volvemos cada vez más viejos, repulsivos y deprimentes, pero necesitamos ser amados».
«Es increíble la belleza que consigue crear con la fealdad del mundo» Escritora, directora teatral y actriz, la trayectoria de Angélica Liddell traza, desde principio de los años noventa, una curva de crecimiento sin parangón en la escena española.
Como escritora, directora y actriz ha estrenado una veintena de creaciones, entre las que destacan El matrimonio Palavrakis (2001), Y cómo no se pudrió Blancanieves (2005), Perro muerto en tintorería: los fuertes (2007). Ha obtenido numerosos premios, como el Valle Inclán por El año de Ricardo. Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, rumano, ruso y portugués.
La crítica ha dicho de su teatro que es «vanguardista y político, lleno de sentido, absolutamente necesario». Para Fabienne Darge, de Le Monde: «Es increíble la belleza que esta inconsolable mujer consigue crear con la fealdad del mundo». Y según el investigador Óscar Cornago:
«Liddell es acuñadora de un lenguaje teatral de dialécticas imposibles y sus producciones oscilan entre el expresionismo desgarrador, la crítica social, la pureza, la escatología y la búsqueda del significado a través del dolor y la subversión».
El diseño del libro incluye en su cubierta una ilustración del pintor catalán Ramon Sanmiquel (www.ramonsanmiquel.com). Con fecha original de 1894, titulada El regulador, la firma en Manresa el bisabuelo homónimo de Ramon Sanmiquel, quien la intervino ex profeso para la presente edición ciento veinte años después, en febrero de 2014.


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