Eva sigue aquí

Eva sigue aquí

Vv.aa.

10,00 €

IVA incluido

Disponible

Eva sigue aquí

ISBN 978-84-96584-25-9
Páginas 108
Año 2011
Editorial Hiru
Sección Narrativa Española

En 1995 un pequeño grupo de amigos y admiradores de Alfonso Sastre fundamos ASKE, Alfonso Sastre Kultur Elkartea, asociación que tiene el doble objetivo de, por un lado, potenciar y difundir la obra del escritor que le da aliento y nombre y, por otro, fomentar y desarrollar las manifestaciones de cultura crítica que tratan de abrirse paso en el seno de esta sociedad tan adocenada y conformista: Eva estaba allí.
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Cinco años antes, y con sede en Hondarribia, había sido creada la Editorial Hiru, en cuyos fondos figuran hoy varios centenares de títulos que van desde el teatro a la narrativa pasando por el ensayo o la crónica histórica, muchos de ellos trabajos imprescindibles que difícilmente habrían visto la luz si Hiru no los hubiera dado a conocer entre nosotros: Eva, al frente de tan magnífico proyecto, también estaba allí.
En los años sesenta, la entonces naciente Revolución cubana necesitaba de todo el apoyo posible para darse a conocer, para ser contada, para ser explicada y entendida, para ser defendida: Eva estuvo allí, conviviendo con los campesinos de Sierra Maestra, y lo contó tanto en las páginas de su importantísimo libro Los nuevos cubanos como en muchas de sus intervenciones públicas, y defendió entonces y siguió defendiendo después, hasta el último de sus días, la lucha de un pueblo por su liberación, su dignidad y su independencia.
En 2003, en Iraq se presagiaba la inminente y cruel invasión que luego hemos conocido bajo el nombre de Segunda Guerra del Golfo; era difícil evitarla, pero el pueblo iraquí merecía y necesitaba todo el apoyo que se le pudiera brindar: sí, Eva, que formando parte de un Comité Internacional ya había visitado aquel país en 1998 para dar cuenta de los desmanes de la coalición bélica liderada por los Estados Unidos en la Primera Guerra del Golfo, volvió a estar allí.
En 1973, ETA hizo volar por los aires el vehículo oficial que conducía a Carrero Blanco, a la sazón Presidente de Gobierno y hombre fuerte del aparato franquista: era necesario explicar el cómo y el porqué de aquella acción de decisiva influencia en el devenir de los hechos políticos posteriores y Eva, desde su cercanía como fundadora en Madrid del Comité de Solidaridad con Euskadi, supo estar allí para hacerlo desde las páginas del imprescindible documento histórico que es el libro Operación Ogro, a su vez uno de sus más importantes trabajos literarios como escritora.
En 1982, en Euskal Herria, se dieron los primeros pasos para constituir el grupo TAT, Torturaren Aurkako Taldea, con el objetivo de denunciar y combatir el aún vigente ejercicio de esta degradante e inhumana forma de represión en cárceles, comisarías y cuarteles del Estado español: ¿alguien puede dudar de que, igualmente, Eva estuvo allí?
Valgan estos precedentes como ejemplos entresacados de una lista que si la glosásemos de manera exhaustiva sería mucho más larga. Son tantos, en fin, los lugares y momentos en los que, cuando se la necesitó, Eva supo estar que sería muy difícil, por no decir imposible, acostumbrarse a su ausencia. Y precisamente por eso, porque ni podemos acostumbrarnos a ella ni queremos hacerlo, hemos optado por negarla y hemos decidido proclamar algo que, aunque pueda parecer una forma elemental de pensamiento desiderativo, no deja de ser una verdad apabullante; a saber: que Eva sigue estando aquí.
El 19 de mayo de 2007, Eva Forest falleció en su casa de Hondarribia y fuimos muchos los que la lloramos. Pero, efectivamente, Eva sigue estando entre nosotros, viva en nuestras memorias y nuestros corazones, luminosa en sus enseñanzas y su ejemplo.
Sin duda alguna, una buena prueba de su pervivencia fue la duodécima edición de los ASKEencuentros, esas jornadas de reflexión y debate que desde la Asociación Cultural Alfonso Sastre anualmente organizamos y que, como no podía ser de otro modo, aquel mismo año de 2007 decidimos consagrar a su figura y trayectoria: las de Eva Forest, nuestra compañera de asociación, nuestra amiga, nuestro modelo de actitud y de actuación en tantos y tantos órdenes de la vida. Para que aquel ejercicio de reconocimiento y memoria que a lo largo de los días 5, 6 y 7 de noviembre llevamos a cabo en el Koldo Mitxelena Kulturunea de Donostia fructificara y luciera con los colores debidos invitamos a que nos acompañaran a algunas de las personas –también esta lista, si completa, sería inabarcable– que habían vivido de cerca o compartido codo con codo la experiencia vital y la actividad política, cultural o solidaria de Eva. Eran necesarias sus intervenciones, como lo eran también las de las personas asistentes como público, pues a una mujer como Eva sólo se la puede homenajear desde la palabra encendida y emocionada, nunca desde el silencio. Desde luego, ella no se merecía menos.
Cada una de las tres sesiones en que se desplegaron dichos ASKEncuentros de 2007 estuvo dedicada a examinar y recordar una de las facetas clave en la vida y trayectoria de Eva Forest.
Así, el lunes 5 de noviembre, con la colaboración como ponentes del escritor e intelectual cubano, miembro del Consejo Editorial de la revista La Jiribilla, Julio César Guanche, del Profesor de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid Carlos Fernández Liria, del investigador en formación de esa misma universidad Luis Alegre Zahonero, y del escritor y matemático Carlo Frabetti, estos tres últimos autores con obra publicada en Hiru, nos dedicamos a glosar la figura de Eva editora, pues no en vano ella fue la responsable de la articulación autor a autor (Pierre Bourdieu, Noam Chomsky, Dario Fo, Jacques R. Pauwels, James Petras, Pier Paolo Pasolini, Harold Pinter, Edwin Piscator, Ignacio Ramonet, Alfonso Sastre, Peter Weiss, Howard Zinn...), título a título (Cristal del tiempo, El drama y sus lenguajes, El mito de la guerra buena, Estética de la resistencia, La otra historia de los Estados Unidos, Las noches lúgubres, La revolución y la crítica de la cultura, La taberna fantástica, No soy de aquí, ¡Ojo con los media!...) y colección a colección (Informe, Las Otras Voces, Obras Completas de Alfonso Sastre, Pensar, Sediciones, Skene...) de ese fundamental y excelentísimo catálogo que, sin duda, hoy constituye su verdadera y más indiscutible obra maestra.
El martes 6 de noviembre estuvo entregado –y nunca más oportuna fue la elección de este participio, pues una lección de generosa entrega fue su vida toda– a homenajear la labor y el itinerario de esa Eva solidaria que tanto significó y se significó, ya que como activista se hizo presente en un sinfín de luchas (denuncia del imperialismo en guerras como las de Vietnam e Iraq, defensa de procesos revolucionarios como los de Cuba y Venezuela, reivindicación de los derechos nacionales del pueblo vasco, militancia indesmayable contra la tortura, esa infame lacra del sistema a cuyo combate Eva dedicó tantos años de su vida y tantas páginas de sus escritos...), en las que nos reconocemos y con las que nos identificamos. Nos acompañaron en aquella jornada Raimundo Viejo, Doctor en Ciencias Políticas y Profesor de la Universitat Pompeu Fabra, Miguel Castells, ex senador y abogado especializado en defensa de los Derechos Humanos, y el militante de Askatasuna Julen Larrinaga, que sustituía como ponente a Juan Mari Olano, cuya presencia en la mesa estaba inicialmente prevista pero no pudo materializarse, al hallarse él encarcelado por orden de la Audiencia Nacional.
La tercera y última sesión, celebrada el 7 de noviembre, tuvo por objetivo poner de relieve la figura, confiriéndole su justo y merecido valor, de una Eva escritora quizá injustamente menos conocida por ésta que por otras facetas de su vida pública, pero autora no obstante de una obra en absoluto carente de trascendencia e importancia. Las intervenciones del filósofo Santiago Alba Rico, de la escritora Esther Zorrozua y del propio Alfonso Sastre, compañero de los amores y desvelos de Eva, de sus aventuras y utopías, arrojaron luz sobre un corpus en el que figuran títulos tan decisivos como Diario y cartas desde la cárcel, Testimonios de lucha y resistencia, Diez años de tortura y democracia, Es y no es un cuento, Una extraña aventura, Onintze en el país de la democracia o los ya citados Operación Ogro y Los nuevos cubanos.
Bien es verdad que tanto las intervenciones iniciales que los distintos ponentes fueron realizando a lo largo de estos tres días como los comentarios posteriores del público asistente a las sesiones en los respectivos turnos de coloquio respetaron sólo a medias la parcelación temática sugerida por el programa. Pero que sucediese tal cosa era algo tan previsible como inevitable, pues es imposible, por ejemplo, glosar la actividad editorial de Eva Forest sin detectar y entender su compromiso militante (repasemos, si no, la trascendencia que en la conformación de corrientes de pensamiento netamente izquierdista han tenido autores como los antes citados a modo de extracto del catálogo editorial por ella construido), compromiso que indudablemente tiñe también la práctica totalidad de su producción literaria como escritora (y el conjunto de la que ella llamó su “literatura de urgencia” sería el mejor ejemplo de ello). En su intervención, Julio César Guanche supo expresar muy bien esta unicidad del personaje homenajeado al decir que “aquí hablamos de tres Evas, pero ella era una”, dando a entender así algo que quienes la conocimos sabemos muy bien: que todas las facetas de su personalidad (escritora, editora, solidaria...) eran indisociables y que, por separado, no se habrían manifestado de igual modo.
En el marco de aquellos mismos ASKEncuentros, en fin, tuvimos también la oportunidad de asistir a la representación teatral, llevada a cabo por la actriz Zutoia Alarcia y la bailarina Arrate Etxeberria, de una dramaturgia realizada y dirigida por quien esto escribe a partir de fragmentos seleccionados del recién aludido Una extraña aventura, libro de Eva Forest que recoge su propia experiencia y la de otras mujeres como víctimas de la tortura y que, a modo de obra póstuma, acababa de ser publicado poco antes por Hiru, esa editorial que, como una de sus grandes obras a su paso por el mundo, ella misma fundó y dirigió hasta el último de sus suspiros... y aún después.
Con aquel breve espectáculo, que en su puesta en escena contó además con la colaboración de Iker García en la parcela técnica y el diseño del espacio escénico y con la de Ibon Agirre en la elaboración del espacio sonoro, quisimos mostrar lo que podría ser el anticipo de una futura puesta en escena que desde la Asociación Cultural Alfonso Sastre haremos todo lo posible para que algún día se llegue a materializar con la merecida envergadura. Valga su texto, reproducido también en el presente tomo como colofón a las aportaciones de los distintos ponentes de aquellas jornadas que aquí recogemos a modo de actas, como prueba fehaciente de las muchas y fundamentales cosas que, en vida, Eva supo hacer y amar, decir y combatir.
No dejes de acompañar nunca nuestro camino, Eva, por favor, como el resplandor de esa estrella roja con la que Alfonso te comparó.


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