El pulso de la desmesura

El pulso de la desmesura

Amelia Pérez De Villar

16,50 €

IVA incluido

Disponible en 2-3 días

El pulso de la desmesura

ISBN 9788416247691
Páginas 136
Año 2016
Editorial Fórcola Ediciones
Sección Narrativa Española

«Podemos vivir sin las cosas principales, sin las más grandes o las más importantes.
...

Leer más

Pero no sin lo más insignificante.
No sin lo más leve.
Sí, sin la rotundidad de la madera y el acero.
No, sin la transparencia de un cristal.
Me voy a levantar.
Voy a dejar de pensar en ti y me voy a levantar porque esto ya no tiene sentido.
Esto ya no es un sueño.
Es una ensoñación.
Es el pulso de la desmesura.
Un monstruo deforme de mi imaginación enferma.»


En su primera novela, Amelia Pérez de Villar se enfrenta al eterno y nunca resuelto problema de nuestra identidad personal y de la propia imagen, de la mano de una persona presa de una peculiar obsesión. Adopta para ello una forma original y de gran intensidad, un registro difícil y arriesgado: el descorazonador y trepidante monólogo de una mujer, de quien apenas conocemos más que su nombre y la inicial de su apellido: Lola B. Ella se convierte en el arquetipo de la mujer, una especie de «Juana nadie», que desde tiempos de la mitológica Penélope, la paciente esposa de Ulises, espera y desespera por el comienzo de su propia odisea.

Encontramos ecos de Lola B. en la desesperanza y la amargura de la Carmen de Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes; en el delirio y la locura de La dama de Montecarlo, de Jean Cocteau; o en el tedio y el aburrimiento de las protagonistas de las novelas de Clarice Lispector. La soledad, y no la razón, es la verdadera creadora de nuestros fantasmas, fuente tanto de sueños como de delirios, anhelos y deseos, pero también de frustraciones y traiciones a uno mismo.

Una novela que deja sin aliento.


Te puede interesar

Rastros de ceniza

Aitana Castaño

Ganarse la vida

David Trueba

Tres periodistas en la Revolución de Asturias

Josep Pla, Manuel Chaves Nogales, José Díaz Fernández

Palabras mayores

Emilio Gancedo Fernández