Y así, con el ojo puesto en la mirilla, espera paciente desde su tejado a que el día acabe con algunos disparos certeros, ya sea a un pájaro o a una vecina que, temerariamente, haya salido a la calle. Cuando la noche cae, el francotirador regresa a casa con una madre medio loca y Myrna, una adolescente de quince años contratada para cuidar a la mujer. Myrna despierta en él una ternura y un deseo que la enajenación provocada por la guerra pervierte de una forma cruel e impredecible.

La brillante ópera prima de Mathias Enard consigue adentrarnos en la compleja y perturbada mente de este héroe del horror. La cruda realidad y el lirismo de su voz narrativa confluyen paradójicamente para reflejar la inherente crueldad humana y un mundo en el que no hay más satisfacción que la excelencia en el arte de imponer la fuerza.

La crítica ha dicho...
«"Lo más importante es el aliento", nos confía la primera frase de La perfección del tiro. Y "lo más importante es la literatura" es lo que puede y debe llegar a pensar cualquier lector cuando alcanza la última línea de esta perturbadora primera novela. Mathias Enatd respira profundo, apunta con precisión, aprieta el gatillo sin dudar y da en todos los blancos con un implacable y certero libro que se vale de la condición del francotirador para revelarnos un mundo que no deja de disparar monstruos sobre nuestras cabezas. Un mundo donde los cazadores se confunden con las presas y en el que, por suerte, todavía hay obras como ésta para iluminarnos e iluminar el camino.»
Rodrigo Fresán

«Narrada con un dominio y una economía de lenguaje que deslumbran, esta novela breve restituye con precisión la realidad de la guerra como orgía. Más allá de la falacia de atribuir la fiesta de la sangre y la embriaguez de la violencia a unos cuantos locos primitivos, el autor la devuelve a su lugar, inherente a la condición humana y la civilización, reverso de nuestra sociedad, por el simple procedimiento de convertir al francotirador en narrador.»
Isabel Núñez, Culturas, La Vanguardia

«Mathias Enard es un escritor inmensamente ambicioso [...] Por fortuna, a la ambición de Enard se une un talento igualmente extraordinario. Su elegante escritura [...] es de una precisión admirable y de una inteligencia clara, sin concesiones.»
Alberto Manguel, Babelia, El País

«Estilo depurado y sintético, casi tan esquemático como uno de los bocetos surgidos de la sabia mano del incansable Miguel Ángel.»
Vis Molina, El Cultural

«El nuevo heredero de Balzac.»
Le Nouvel Observateur