Un solete
Lunes 02 de Septiembre
El objetivo es aumentar el rendimiento. En todo. En el trabajo, la escuela, la familia, la terapia, la peluquería, el bar, la discoteca, el gimnasio o la cama. “Por todas partes se optimiza, se compara y se evalúa para funcionar mejor y para sacar el máximo provecho”, señala la editorial Katakrak. “Pero las diferentes zonas de la optimización de sí mismo no se dejan compaginar ni con las mejores app. En cualquier momento se pueden agarrotar los procesos optimizados, los modernos actores fracasan y aparece un terrible cansancio”, añade. Lo explica con una de sus últimas publicaciones en la mano La sociedad del rendimiento. Cómo el neoliberalismo impregna nuestras vidas, una compilación de autores alemanes (excepto el británico Mark Fisher) y sus artículos realizada por la editorial navarra.
El libro se divide en el Diccionario de la sociedad del rendimiento —de Sebastian Friedrich, investigador y activista que vive en Berlín y que escribe regularmente para dos periódicos y un magazine— y en Zonas de optimización de sí mismo, artículos de varios autores (como el periodista y escritor alemán Felix Klopotek) seleccionados de un libro publicado en Alemania.
Katakrak decidió juntar a todos los autores al descubrir que, “salvo algo suelto”, iba a ser la primera vez que en castellano se hablara “del concepto de una sociedad que pone en el centro el rendimiento, que extiende la lógica del rendimiento a todas sus esferas”, en palabras de Imanol Miramón, que se ha encargado de la traducción al castellano. Y es que ese concepto tan utilizado en Alemania es muy empleado también en España, aunque con distintas palabras. “Decidimos crear un libro con diferentes artículos para que el primer libro en castellano sobre este concepto fuera polifónico: con el diccionario de Friedrich y con artículos que abordaran otras cosas”, añade Miramón.
Lo mismo se dice que un atleta ha mejorado su rendimiento tras unos meses de entrenamiento, que una inversión está proporcionado buenos rendimientos, que se ha conseguido determinado rendimiento con una hora de estudio. “Es un concepto que funciona con unas lógicas que se han ido extendiendo a otros ámbitos de la vida: cómo gestiona cada uno su tiempo libre, cómo se conciben las relaciones personales, la determinada forma de vida... Coloniza, impregna, diferentes ámbitos, pero la idea de fondo es sacar el máximo provecho de lo que uno pone: concebir los esfuerzos que se hacen como inversiones que posteriormente van a tener algún tipo de rédito, directo o indirecto”.
Explica Miramón que a este tipo de análisis hay quien denomina psicología social. “Intenta abordar fenómenos sociales investigando y dedicando un esfuerzo a pensar cuál es la subjetividad que se vive, la parte psicológica de cómo una persona vive las ansias por organizar su vida de una manera u otra. Tiene algo de,psicológico aunque el objeto de estudio es una cuestión social”.
Friedrich carga sus artículos de ironía. “Es casi necesaria porque analiza cosas que le ocurren. Es una manera de hacer crítica que te implica, ya que este tema no puede analizarse desde la ideología sino sabiendo que entras en un mundo de contradicciones en las que participas”.