Reseña: LA MAESTRA

LA MAESTRA
(Clarice Tartufari, Ardicia, 2016 Madril)

«no se atrevía a dirigirle la palabra, esperando que la propia violencia del dolor hiciera que este fuese seguido por un instante de calma»

Nos encontramos ante un libro no muy extenso. Apenas 80 páginas que trasmiten la radiografía de un fin de siglo XIX que, cambios sociales aparte, se asemeja mucho a nuestra época. La autora Clarice Tartufari (Clarice Gouzy antes de casarse) tiene apenas tres párrafos escasos en la Wikipedia en italiano. Además, por ahora, está es su única obra traducida al castellano. Esto también nos dice algo de cómo se trasmiten el conocimiento y las obras literarias. Por todo esto, hoy vamos a hablar de este libro.

La historia, muy apegada a un estilo decimonónico, trasmite una amargura general. La mujer protagonista, tras muchos sacrificios familiares, se recibe de maestra (uno de los pocos trabajos que las mujeres podían desempeñar fuera de casa en la época); pero su decepción es mayúscula cuando no encuentra trabajo. Finalmente, es asignada a un pueblo perdido, donde sufre las veleidades de sus dos fuerzas vivas: el alcalde y el párroco. Abandona el lugar rumbo a Milán, bajo falsas acusaciones y el camino se dificulta cada vez más, ya que “su fama la precede”. Aparece en todo el relato la figura de un primo, que no necesariamente facilitará las cosas.

Más allá de la historia que, como dice en un momento, “se había propuesto estudiar el carácter de Ginebra, pero le sucedió lo que le ocurre a menudo al crítico que ha decidido analizar un libro. Tras unas pocas páginas el creador se apodera del lector y este olvida el objetivo que le movía para abandonarse voluptuosamente a las impresiones que la lectura le provoca” (p. 75), hay que mirar esta obra como un análisis y un intento de ruptura con las condiciones laborales y de relación de las mujeres en un momento histórico convulso. Incluso a día de hoy, podemos ver cómo muchos de los aspectos de la obra siguen vigentes a todos los niveles: acoso en el trabajo, desigualdad salarial, prejuicios ‘morales’, maltrato. En definitiva, nos hallamos ante una novela corta, narrada por una mujer escritora -que también fue maestra- casi olvidada y que gracias a una pequeña editorial como Ardicia recuperamos y leemos con asombro.

Eduardo Arteta Irujo