y subvirtiendo las jerarquías amorosas para poner en el centro la amistad, los cuidados y lo colectivo sin renunciar a enamorarse, a vivir apasionadamente el encuentro con otro. También sobre el amor como antídoto de lo que nos enloquece, como contrapoder frente a un mundo que alimenta violencias y desigualdades.

Se narra el camino de una mujer de cuarenta años enfrentada al proceso de querer ser madre sin pareja: las ambivalencias con respecto a este deseo en relación a la identidad como mujer, los mandatos de género, la idealización de la maternidad, el encuentro con la mercantilización de los procesos de reproducción asistida y la cosificación del cuerpo de las mujeres. Su camino se entreteje con el de las historias de otras mujeres enfrentadas a la maternidad, mostrando la diversidad y cuestionando los relatos dominantes.

Todo el mundo existencial de la protagonista (maternidad, amor, amistad, tribu, feminismo, locura, poder) se atraviesa por un punto concreto de su universo en el que se unen los ejes del lugar, el tiempo y la persona. Y ese universo se transforma. La protagonista, su útero, la maternidad, y el amor, adquieren otro significado tras atravesar ese lugar, ni mejor ni peor, ni siquiera definitivo, es un devenir. Está contado desde un lugar, el cuerpo de la protagonista, circunscrito al útero. El útero literalmente como parte de un cuerpo. El útero metáfora de las posibilidades de crear de las mujeres. Fotografías de úteros e ilustraciones pintadas con lo que nos sale del útero. Está contado en un tiempo, el periodo de búsqueda de la maternidad y del descubrimiento del feminismo. Y en una persona, Magdalena, ficcionada a partir de las historias de la autora y las compartidas con otras.