«El arte de no ser gobernados» en LE MONDE DIPLOMATIQUE
Abenduak 20 Ostirala
Katakrak vuelve a apostar por un libro de historia sobre la importancia del racismo y el antirracismo en la creación de la clase trabajadora inglesa
LAURA PUY MUGUIRO
Pamplona
En el caño que cumple un lustro, la editorial Katarkak, que lleva 58 títulos publicados, apuesta por un libro de historia, y ahora es Satnam Virdee, profesor de sociología y director fundador del Centre for Research on Racism, Ethnicity and Nationalism en la Universidad de Glasgow (Reino Unido), quien ofrece una perspectiva sobre la importancia del racismo y del antirracismo en la formación de la clase trabajadora inglesa en Racismo, clase y el paria racializado. Un libro que dialoga con una gran obra de historia de la clase obrera, La formación de la clase obrera en Inglaterra, de Thompson, que "da origen a toda una serie de estudios sobre cómo se forma la clase, la cuestión de la conciencia, la cuestión material...", en palabras del editor Imanol Miramón, de modo que el diálogo introduce el prisma de racismo y de la raza mostrando que "la cuestión de la raza permite entender esos proceso de cambio que ha habido desde el principio".
Virdee aborda un periodo histórico extenso, pues se considera que la formación de la clase obrera comienza con la industrialización, a principios del siglo XIX, transitando el autor hasta la actualidad y fijándose "en todos los procesos de formación, ruptura y cambios en la clase obrera desde esta perspectiva de la raza y del racismo", indica Miramón.
Y lo hace Virdee desmontando algunas ideas más o menos asentadas en el imaginario común. Por ejemplo, que la clase obrera fue más o menos homogénea y nacional desde el principio y que los migrantes trabajadores comenzaron a llegar después de la Segunda Guerra Mundial al espacio británico: el autor muestra que la clase obrera "fue muy diversa y abigarrada"- "Desde la época de las colonias", continúa Miramón, "muchas personas venían 'de fuera' del espacio británico y formaba parte de esa clase. Y entrecomillo el 'de fuera' porque algunos y algunas trabajadoras habían nacido allí pero tenían un origen étnico o racial diferente, como muchos ugandeses o hijos de irlandeses o judíos".
Y es que cuando Virdee trata el tema racial pone en cuestión que el racismo tenga que ver solo con el color de la piel. "Muestra cómo ha habido capas de la población que en general han desempañado los trabajos más duros, difíciles y peor pagados y que estas capas han sido discriminadas, convirtiendo a estas personas en ciudadanos y ciudadanas de segunda no solo por una cuestión de piel, sino también, por ejemplo, por la religión. Porque así como en EE UU el racismo está muy relacionada con la segregación por color, en Europa ha sido necesariamente así", añade el editor de Katakrak que este libro se suma a los de historia La creación del patriarcado y La creación de la conciencia feminista (Gerda Lerner), Esclavitud. Una historia de la humanidad (Michael Zeuske), Las batallas de la bici (James Longhurst) y Ramón Bengaray. Osasuna y República (Esther Aldave Monreal).
Y cuenta además cómo estas personas que de algún modo formaban parte de estos estratos más humildes o empobrecidos de la sociedad contribuyeron desde el principio a crear la conciencia de la clase en general y de todas las luchas que formaron parte de ese proceso de creación de conciencia.
"Virdee muestra cómo el internacionalismo proletario de distintas épocas ha sido fundamental en la mejora de las ocndiciones de vida de todas las personas trabajadoras y ahce un estudio histórico de esa composición de la clase obrera y de qué impronta han dejado estas personas al propio desarrollo del movimiento obrero.
En dos siglos de historia, el autor sigue los momentos de stallido o movimientos antirracistas que han permitido conseguir mejoras en las condiciones de vida y los momentos en que ha ocurrido lo contrario. "Es decir; parte de la clase obrera blanca británica se han adscrito a la idea de estado-nación británico, y eso ha tendido a homogeneizar la idea de quién formaba parte de esa comunidad y quién era un buen ciudadano, de modo que las épocas en las que no ha habido inclusión hacia las personas de orígenes diversos han sido de claro retroceso y de segmentación".
A este respecto, el trabajo de la traductora Laura Carasusán debió afinarse al máximo para "poder ver aquí un conflicto cultural muy propio de otro lugar", en el sentido del uso de las élites [...]