Derrida sigue el rastro de ciertas etimologías en una hermenéutica orientada por los principios de la desconstrucción: Aristóteles, Cicerón, Séneca, Diderot, Kant, Sade, Heidegger...son algunos de los autores que sirven de referencia en esta “genealogía” del límite y de su verdad. Como afirma el propio Derrida, ambos conceptos mantienen un diálogo estrecho en todo el libro. “Desde el momento en que es o en que tiene límites, los suyos, y suponiendo que conozca –como suele decirse- unos límites, la “verdad” sería una determinada relación con lo que (la) termina o determina”. Esta reflexión en torno a la verdad, sus términos y determinaciones nos enfrenta a otro modo de pensar nuestros propios límites.