manos de sicarios. Un pequeño grupo controla la actividad criminal y se rumorea que muchos de ellos son miembros de la mafia del sur, conocida como Dixie Mafia.

Keith Rudy y Hugh Malco, amigos de la infancia e hijos de familias inmigrantes, crecieron en Biloxi durante los años sesenta, hasta que en la adolescencia sus vidas siguieron direcciones diferentes. El padre de Keith se convirtió en un legendario fiscal decidido a «barrer la ciudad». El de Hugh llegó a ser el jefe de la red criminal clandestina de Biloxi. Keith decidió estudiar Derecho y seguir los pasos de su padre. Hugh prefirió trabajar en los clubes nocturnos del suyo.

Las dos familias se dirigen directas hacia un decisivo enfrentamiento, que tendrá lugar en un tribunal... y en la que la vida de todos estará en la cuerda floja.

La crítica ha dicho...
«John Grisham es uno de los mejores escritores que tenemos en Estados Unidos en estos momentos».
The New York Times

«Invita a compararla con la trilogía de El Padrino —recorre dos generaciones y variasdécadas de la posguerra—, y tiene además un variado conjunto de personajes y una energía irresistible».
Sunday Times

«Esta historia atraviesa medio siglo y acaba inevitablemente con un enfrentamiento en el tribunal. Una lectura reveladora, fascinante y moralmente compleja».
Mail on Sunday

«Como siempre, Grisham presenta increíbles giros inesperados a medida que el suspense se intensifica. Su excepcional forma de narrar deja al lector con ganas de que la novela no termine nunca. Grisham ha vendido más de trescientos millones de ejemplares y este libro es la prueba de cómo lo ha logrado».
Daily Mail

«Un thriller legal al que se une un fascinante enfrentamiento en los tribunales y que es además mucho más que eso. Una saga familiar y una exploración de la zona gris entre el bien absoluto y la maldad absoluta que a veces recuerda a una novela de Don Winslow. Grisham ha creado aquí algunos de sus personajes más memorables».
Booklist

«Grisham vuelve a dar en el clavo con un thriller que tiene un gran trasfondo humano».
Peterborough Telegraph