Prólogo de «Lo que Engels no podía saber»
Miércoles 13 de Noviembre
En julio solemos tener una gran fiesta, pero este año tenemos dos. La primera ya la conocéis: es del 6 al 14, empieza con un chupinazo y en la calle hay gigantes y charangas. Pero en este texto queremos invitaros a la segunda, ojo con ella: será del 28 al 31 en el valle de Arratia, en Bizkaia. Durante esos cuatro días, de jueves a domingo, Basoa, la Casa de las Defensoras, acogerá los encuentros más frescos del verano. Con todos sus condimentos: tiendas de campaña, espacios de discusión, mesas corridas, conciertos, piscina. “Communia, festival autonomía y contrapoder” es el nombre de la cosa. La impulsa la Fundación de los Comunes, es decir, la red que compartimos con otras librerías, centros sociales y espacios de formación e investigación militante del Estado: La Casa Invisible y Suburbia en Málaga, Traficantes de Sueños en Madrid, Ateneu Candela y Synusia en Terrassa, La Hidra Cooperativa en Barcelona. Para esta ocasión, además, se ha consolidado un nodo local de producción del evento en Bizkaia, en el que participan compañeras de Artea Sarea, Txarraska Gaztetxea y Hordago-ElSalto, entre otras. Communia es, por tanto, el resultado de una suma heterogénea de esfuerzos a fin de hacer frente a una necesidad inaplazable: recuperar la ambición emancipadora, refrescarnos.
A eso podría reducirse lo que buscamos con esta invitación: combatir la situación sofocante de nuestras prácticas cotidianas con unos tragos de agua fresca. O dicho sin metáforas, identificar los límites de lo que hacemos y encontrar maneras de saltarlos. Contrastar nuestros diagnósticos de lo que ocurre, nuestras hipótesis de trabajo y nuestros planes para el curso que viene. En síntesis, pensar juntas qué líneas de intervención política pueden sacudirnos y abrir dinámicas de cooperación. Y todo esto pasándolo bien, claro, porque el mes de julio no es para los muermos y porque nadie se saca de encima la impotencia y la molicie si no anda el goce de por medio. Pensadlo por un momento: conversaciones a la fresca junto al río, noches de verbena en el frontón, garimbas junto a la piscina, sobremesas con compas de otros lugares. Si queréis inscribiros, o consultar los debates programados y todos los detalles de la movida, pinchad aquí: https://fundaciondeloscomunes.net/communia/
Vale que está todo fatal y que, en mitad de las diversas crisis que atravesamos, las combinaciones entre Estado y poder financiero dan cada vez más miedo. Pero precisamente por eso tenemos urgencia de sentirnos acompañadas, de reconocernos en otras, de afinar el pensamiento y hacer de la debilidad, potencia. Qué mejor plan para el calor que juntarse, gozar y abrir el campo de lo factible. En 2022, los sueños de cuatro noches de verano van a ser futuros posibles más allá y en contra del Estado, más allá y en contra del capitalismo.