Un solete
Irailak 02 Astelehena
La historia contada en El Violeta nos abre una ventana a la realidad que vivieron los homosexuales durante el franquismo. Bajo el amparo de la Ley de Vagos y Maleantes, el protagonista, un joven sencillo llamado Bruno, es detenido en el cine Ruzafa que hacía, a su vez de trampa para homosexuales. En la cárcel se despliega sobre él un sistema de torturas y violaciones a la sombra de un fantasma mayor: el campo de concentración de Tefía, en Fuerteventura, oficialmente llamado Colonia Agrícola Penitenciaria, donde no había más que piedras y torturas. Más tarde, ya en libertad, las decisiones que tomará estarán marcadas por la asfixia del miedo y el arraigo religioso de una sociedad tradicional. Guiado por el estigma, la evolución del protagonista le conduce a asumir el rol de sus opresores, en ocasiones, con la misma virulencia que ellos. Los personajes que rodean a Bruno atinan al representar los valores de aquella sociedad reprimida y encerrada en la costumbre que, mientras pudo, hizo lo posible por enterrar todo cuanto le era diferente.
El guión y el dibujo de esta novela gráfica se acompasan muy acertadamente y sugieren con sensibilidad el desgarro de una historia que es la historia de muchos: aquellos que han tenido el valor de la memoria y aquellos que huyeron tanto al exilio político como al exilio interior.
Yoanna Rodionova